VI. LA TENDENCIA DESCENDENTE DE LA TASA DE GANANCIA.
1. La formulación de la Ley por Marx.
El incremento de Capital conlleva la mecanización del proceso de producción. El mismo trabajo produce un mayor rendimiento, de lo que se extrae que la mecanización produce un aumento de la eficacia.
Del hecho que la mecanización produce aumento de la inversión y la productividad deduce Marx la Ley de la tendencia descendente de la tasa de ganancia: g= p`(1-o), siendo p` la tasa de plusvalía y o el capital.
Si p` es constante, g varía en sentido inverso a la composición de o. Ello demuestra que hay obstáculos internos que se oponen al desarrollo indefinido de la producción capitalista.
La tasa de la ganancia es la fuerza compulsora de la producción capitalista. Sólo se produce aquello que genera ganancia.
A Ricardo le preocupaba que la tasa de ganancia fuera puesta en peligro por el desarrollo de la producción.
2. Las causas contrarrestantes
Las causas que contrarrestan y anulan la tasa de ganancia pueden ser de dos tipos:
- Que mantienen baja la composición orgánica del capital:
o El abaratamiento de los Elementos del capital constante
o El comercio exterior.
- Que elevan la tasa de plusvalía:
o El aumento de la intensidad de explotación
o La caída de salarios por debajo de su valor
o La sobrepoblación relativa
o El comercio exterior
El abaratamiento de elementos del capital constante:
El incremento de la maquinaria y de la productividad reducen el valor unitario. El valor del capital constante no puede crecer igual que su volumen material. La compensación puede llegar anular totalmente el incremento inicial.
El incremento de la intensidad de producción:
La prolongación de la jornada aumenta la tasa de plusvalía. El “acelerar” y “estirar” incrementan la plusvalía. Son métodos para aumentar la tasa de ganancia o para compensar una tasa descendente de esta.
La depresión de los salarios por debajo de su valor:
Para Marx los salarios vienen determinados por el mercado y los capitalistas no pueden interferir en ello.
La sobrepoblación relativa:
El empleo de maquinaria deja libres a unos trabajadores, que conforman la sobrepoblación relativa. Según Marx, éstos crean nuevas industrias con tasa de ganancia alta, pero también tienden a reducir los salarios.
El comercio exterior:
Si abarata los precios eleva la tasa de ganancia y la plusvalía. Reduce el capital constante.
Este análisis de Marx no es completo, y el autor afirma que él mismo lo habría ampliado de tener tiempo.
3. Una crítica de la ley
¿Puede suponerse a la vez una composición orgánica del capital y una tasa constante de la plusvalía? Una composición orgánica ascendente del capital conlleva creciente productividad del trabajo. Si la tasa de plusvalía es invariable aumentan los salarios reales.
Una mayor productividad del obrero le beneficia a él igual que al capitalista. La maquinaria es un medio de producción de plusvalía. Al incrementar la productividad se abarata el trabajador y aumenta la plusvalía, pero los salarios nunca suben proporcionalmente a la fuerza del trabajo productivo.
Si suponemos que tanto la composición orgánica del capital como la tasa de plusvalía son variables, la tasa de ganancia bajará si el aumento de la plusvalía (en porcentaje) es menor que el porcentaje de disminución en la proporción del capital variable con respecto al capital total.
¿Podemos suponer que los cambios en la composición orgánica del capital serán tan superiores a los cambios en la tas de plusvalía que los primeros dominarán los movimientos en la tasa de ganancia? Si es así puede justificarse el considerar los cambios en la tasa de plusvalía como causa contrarrestante.
Notemos que estamos considerando los cambios en la composición orgánica del material asumiendo el abaratamiento de los elementos del capital constante. No puede suponerse que los cambios en la composición orgánica del capital sean tan superiores a los de la tasa de plusvalía para que los primeros dominen los movimientos en la tasa de ganancia. Ambas son variables de importancia coordinada. La ley de la tasa de la ganancia para Marx no es muy convincente, igual que la idea de una tasa ascendente de la ganancia.
La tendencia descendente de la tasa de ganancia es un rasgo del capitalismo. El incremento en la composición orgánica del capital tenderá a restablecer la tasa de la plusvalía.
El autor no pretende negar la validez de las “causas contrarrestantes” de Marx, pues en la práctica reconoce que algunas son realmente importantes. Existen otras fuerzas importantes en este tema: unas que tienden a incrementar la tasa de ganancia y otras a disminuirla.
La reducen:
Los sindicatos: los capitalistas quieren reducir los salarios. Su aliado es la sobrepoblación relativa, obstáculo para los trabajadores, quienes se agrupan para asegurarse el control de la oferta de trabajo.
La acción del Estado en beneficio de los trabajadores: toma muchas formas, como medidas sociales.
La aumentan:
Las patronales: para mejorar la posición del capital, aumentan la tasa de ganancia.
La exportación de capital: Impide los efectos negativos de la acumulación.
Los monopolios: Para aumentar la tasa de ganancia son creados por los capitalistas.
El Estado en beneficio del capital: toma medidas como las tarifas protectoras.
En el análisis del capital todo debe ser cuidadosamente probado sobre su influencia en la tasa de ganancia, lo que convierte la economía política en un instrumento de comprensión más coherente.
VIII. LA NATURALEZA DE LAS CRISIS CAPITALISTAS.
Marx tuvo presente las crisis a lo largo de su obra, aunque nunca llega a realizar un examen completo del asunto por diferentes razones. Las crisis son fenómenos muy complicados y los seguidores de Marx han prestado mucha atención a una de las tareas inconclusas del autor.
La producción simple de mercancías y las crisis
La moneda de cambio es necesaria para satisfacer las relaciones comerciales desarrolladas. Hace posible las especialización, y ésta, a su vez incrementa la productividad.
Pero conlleva el riesgo de la crisis en el caso de que surjan mercancías invencibles y necesidades insatisfechas: Crisis de sobreproducción. En estas crisis, el resultado es la sobreproducción, y las causas, la reducción de la demanda.
Otras causas de crisis pueden ser incidentes graves, como una guerra o el atesoramientos indiscriminado.
La ley de Say.
A una venta le sigue invariablemente una compra por igual cantidad, por lo que no puede haber crisis ni sobreproducción.
Con esta ley los economistas cerraron el camino a una teoría de las crisis, aportando escasas conclusiones.
De aquí surgen las críticas de Marx a la ley de Say.
Ricardo negaba también la posibilidad de sobreproducción basada en que se consume o vende con la intención de comprar o vender de nuevo.
Para Marx ambas van separadas en el tiempo y no se corresponden.
El capitalismo y las crisis
La forma de circulación M-D-M (Mercancía-Dinero-Mercancía) se transformas aquí en D-M-D’. En la primera, la segunda M se desea por su mayor valor de uso. Pero en la segunda es diferente.
El capitalista inicia su carrera con dinero suficiente que lanza al mercado a cambio de fuerza de trabajo y medios de producción.
Las mercancías producidas se transforman de nuevo en dinero.
Así, la diferencia entre D’ y D debe ser positiva para que la producción resulte rentable. EL capitalista acapara dinero como el avaro, pero lo devuelve al mercado, no lo atesora.
La fórmula M-D-M no deja de existir, pues sigue para la mayoría de la gente. El obrero convierte su fuerza de trabajo (M) en dinero, y emplea éste en el consumo. No comparte el deseo del capitalista de apropiarse riqueza en absoluto; su ahorro no es capitalista.
La relación entre D-M-D’ y las crisis: El capitalista se concentra en incrementar D. Su éxito se juzgará por el volumen de su ∆D con relación a la magnitud de su capital original: ∆D/D. Esto no es sino la tasa de ganancia.
En cuanto a la posibilidad de crisis no hay diferencia con la producción simple de mercancías. Las interrupciones en el proceso de circulación o las relaciones del poder de compra pueden dar lugar a sobreproducción y crisis. Pero ahora el capitalista puede considerar inmediatamente la conveniencia o no de lanzar D al mercado.
Si ∆D desaparece o se vuelve negativo, no habrá incentivo para la producción. Se retirará el capital, caerá la circulación y habrá crisis.
¿Pueden los capitalistas reducir tanto sus operaciones como para producir una crisis? Si. En cuanto la tasa de ganancia descienda del nivel ordinario, se reducirán las operaciones capitalistas.
El capitalista debe reinvertir su capital, pero no tiene por qué hacerlo del mismo modo siempre. Si en una industria pierde, podrá pasarse a otra, pero si todas pierden podrá posponer esa reinversión.
Entre tanto, se produce la crisis y la sobreproducción.
Podemos resumir diciendo que la forma de la crisis capitalista es una interrupción del proceso productivo provocado por un descenso de la tasa de ganancia por debajo del nivel ordinario.
Los teóricos modernos se basan en el tipo de interés: mientras que este tipo sea más bajo que la tasa de ganancia, al empresario le resultará rentable la inversión. La negativa de los capitalistas a prestar capital a los empresarios es el mismo fenómeno que la inversión cuando la tasa de ganancia ha bajado de su nivel ordinario.
Los dos tipos de crisis
Hay que buscar las causas de las crisis en los factores que reducen la tasa de ganancia. Así la ley de la tendencia descendente de la tasa de ganancia es apropiada. Si esta tendencia no se elimina, conducirá a las crisis.
Si suponemos que las mercancías no se venden en su valor de equilibrio aparece otra causa de descenso de ganancia.
Si aumenta la oferta, el precio cae. EN caso extremo es causa de crisis. La dificultad radica en realizar el valor de la mercancía; son crisis de realización. Son crisis de diferentes a las anteriores, donde aparecen fuerzas nuevas que crean déficit en la demanda (no en la demanda efectiva, sino en la demanda a precio de equilibrio).
El efecto en ambas crisis es una reducción de la tasa de ganancia pero las causas son muy diferentes.