jueves, 5 de noviembre de 2009

Situación de Opel

General Motors dejó estupefacta a media Europa cuando la noche del pasado martes dio un paso atrás y anunció que no vendía su filial Opel a la austriaco-canadiense Magna. Menos de 48 horas después, la sorpresa se ha convertido en indignación para algunos -Alemania, principalmente- o en alegría, como la que mostró ayer el ministro británico de Empresa e Innovación, Peter Mandelson. Aseguró que la decisión de GM -que congela la inyección de dinero público a la compañía- beneficia a los contribuyentes, especialmente a los de Reino Unido, Alemania y España, los tres países europeos con más trabajadores de Opel.